Las enfermedades crónicas son el mayor desafío actual para los servicios de salud, con un evidente fracaso de los modelos de atención convencionales. Los proveedores de gran parte de los modelos desplegados para la atención a pacientes crónicos tienen como agente principal a enfermeras, destacando especialmente la gestión de casos como una de las modalidades de atención más empleadas. Pero uno de los principales problemas de la gestión de casos es su laxitud conceptual, que, combinada con la multitud de experiencias y modalidades, dificulta su desarrollo, su comparación y su evaluación.
A lo largo del artículo se profundiza en las distintas concepciones de la gestión de casos, qué modelos se han desarrollado, los ingredientes más habituales y la efectividad demostrada en las evaluaciones realizadas.
Por otra parte, se discuten las incertidumbres que persisten en torno a la gestión de casos, como la heterogeneidad de diseños y poblaciones diana, la pobre descripción de sus componentes en la mayoría de los estudios y el escaso uso de modelos de investigación para intervenciones complejas.
Finalmente, se identifican algunos de los factores que a lo largo del tiempo se han considerado determinantes para el éxito de la gestión de casos, como la definición clara de la responsabilidad y roles del gestor de casos, el apoyo para garantizar sus competencias, la existencia de mecanismos válidos para la detección de casos, ratios de asignación adecuados, sistemas de registro accesibles y compartidos con el resto de miembros del equipo o la integración de servicios de salud y sociales.
Autoría: Morales Asencio JM
Publicado en: Enfermería Clínica vol 24, num 1, 2014
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