El Hospital Alto Guadalquivir, de Andújar, ha puesto en marcha recientemente una Escuela de Pacientes dirigida a aquellas personas que van a ser intervenidas de prótesis total de rodilla con el objetivo de ayudar a reducir la ansiedad y el estrés de éstas frente a la intervención, así como aportarles recursos e información que ayuden a mejorar su nivel de conocimientos y autocuidado, pudiendo de esta forma convertir al propio paciente en el principal motor de su recuperación. Esta Escuela de Pacientes se convierte en una de las primeras a nivel de Andalucía.
Este proyecto ha sido posible gracias al trabajo coordinado que realizan los profesionales de distintas áreas, entre las que se encuentran enfermeras de quirófano, traumatólogos, rehabilitadores y fisioterapeutas, en colaboración con profesionales de Atención a la Ciudadanía. La directora de cuidados de Enfermería, Gema Berrios, ha detallado que «la idea surgió de un grupo de enfermeras de quirófano, que detectaron una falta de información de los pacientes en relación con el proceso de cirugía de prótesis de rodilla, la propia enfermedad de artrosis, los cuidados antes y después de la intervención y el tratamiento rehabilitador posterior, antes de su paso a quirófano, lo que les generaba muchas dudas y angustia».
En el centro hospitalario andujareño ha crecido significativamente el número de pacientes intervenidos de artroplastia -procedimiento de cirugía ortopédica en el cual una superficie artrítica o disfuncional de la articulación se reemplaza con una prótesis artificial-, superando las 200 intervenciones en 2017. «Reunir a este tipo de pacientes para mostrarles los circuitos por los que pasarán cuando vayan a ser intervenidos, que conozcan al equipo de profesionales que intervendrán en el proceso, garantizar que los conocimientos y las pautas impartidas se mantengan en el tiempo por parte de los pacientes y que sepan que si existe alguna complicación pueden contar con la ayuda de un equipo multidisciplinar es una prioridad para nosotros», afirma Berrios.
Este tipo de intervención provoca una serie de cambios en el estado de salud del paciente, necesitando adaptar las diferentes esferas de su vida y recibir cuidados especializados por parte de un gran equipo multidisciplinar. También se torna fundamental que el paciente recupere su autonomía de forma temprana y que su nivel de autocuidado sea el óptimo. Por ello, este procedimiento busca que el paciente se involucre de manera activa en su proceso de salud a través del asesoramiento de los profesionales, ya que una mejor y más rápida recuperación irá unida a cómo la persona va adoptando un estilo de vida lo más sano posible.
Además de todo ello, se consigue otro tema fundamental, y es que el paciente pueda conocer la experiencia de otras personas ya intervenidas, favoreciendo el intercambio de información en primera persona, porque se tiene estudiado que cuando ésta se traslada de «igual a igual» llega más allá que la que ofrecen los propios profesionales sanitarios, en muchos casos.
Circuito de atención
La población a la que va dirigida esta Escuela de Pacientes del Hospital Alto Guadalquivir es la de pacientes diagnosticados de artrosis de rodilla que se encuentran en lista de espera para ser intervenidos de artroplastia y que voluntariamente desean participar en el programa de educación para la salud.
Los pacientes son captados y citados para acudir a una primera sesión informativa, tomando como referencia la fecha de inclusión en lista de espera quirúrgica, dentro de un rango comprendido entre 60 y 90 días, con la finalidad de que no haya un período de tiempo demasiado largo entre las sesiones de formación por parte de las enfermeras y fisioterapeutas a los pacientes y la fecha de la intervención quirúrgica.
Sesión de educación grupal
En una primera toma de contacto, se realiza una sesión de educación grupal preoperatoria, dirigida por personal de Enfermería y Fisioterapia, llevada a cabo en el Aula de Formación del Hospital Alto Guadalquivir con una periodicidad mensual y a la que se recomienda que los pacientes acudan acompañados por un familiar y/o persona cuidadora, ya que ellos ayudarán y servirán de apoyo y soporte durante el proceso de recuperación. Hasta el momento se han desarrollado nueve sesiones.
La sesión se encuentra dividida en tres partes bien diferenciadas, donde en una primera parte, la enfermera de quirófano informa a los pacientes sobre el proceso de artrosis de rodilla, la intervención quirúrgica y su finalidad, a la misma vez que se les muestra el modelo de prótesis que le será implantada, para que la manipulen.
También se dan recomendaciones dirigidas a estilos de vida saludables previos a la intervención quirúrgica, haciendo hincapié en alimentación (consumo de alimentos ricos en fibra, en hierro, vitamina C, calcio e hidratación adecuada) ejercicio físico tolerado por los pacientes (con objeto de mejorar la resistencia, la fuerza, y la movilidad, para obtener una recuperación exitosa, fortaleciendo no sólo la parte inferior del cuerpo, sino también la superior para el posterior uso de muletas), abandono/reducción de hábitos tóxicos, preparación el día previo a la cirugía (aseo, toma de medicación, ayuno preoperatorio, etc.), recomendaciones en el día de la cirugía (circuito, documentación, retira de objetos metálicos, prótesis, etc.), cuidados de la herida quirúrgica, posibles signos y síntomas de complicaciones de la cirugía y recomendaciones al alta.
Otro de los consejos que se ofrece a los pacientes es que adapten su hogar de forma previa a la cirugía para hacerlo más seguro: quitar alfombras, cables o mesitas para dejar un espacio de deambulación amplio, incluir asiento de inodoro en el caso que sea necesario, bañera o ducha con agarraderas y suelo antideslizante, evitar mecedoras y sillas reclinables, etc.
En una segunda parte, se les muestra a los pacientes un vídeo del circuito que se llevará a cabo el día de la intervención desde su ingreso en nuestro hospital, como forma de que éste se familiarice con las diferentes unidades en las que le prestarán cuidados y sirva para reducir sus niveles de estrés, miedo y ansiedad. Del mismo modo se les entrega, en formato papel, un tríptico de apoyo con la información más importante.
En una tercera parte, profesionales de Fisioterapia enseña y realiza con los pacientes los ejercicios que deberán llevar a cabo tanto en el tiempo preoperatorio como en el postoperatorio, dan recomendaciones de higiene postural, calzado adecuado, las ayudas técnicas necesarias tras la intervención quirúrgica, así como la manera de adaptar la movilidad en el entorno según dificultades arquitectónicas con las que se encuentre cada paciente de manera particular.
La fase de información se continúa en dos sesiones posteriores en el gimnasio del centro con el equipo de fisioterapeutas, donde los pacientes continúan con el aprendizaje apropiado de los ejercicios de rehabilitación postoperatorios y conviven con pacientes ya intervenidos de prótesis total de rodilla. A la misma vez, que se le siguen aclarando dudas.
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