Con la llegada del frio invernal las personas mayores deben prestar especial atención a su cuerpo evitando ciertos riesgos para la salud y proveerle de buenos nutrientes que les permita disfrutar plenamente de las bajas temperaturas.
Es la época donde puedan sufrir determinadas enfermedades como resfriados y gripe. Además los cambios bruscos de temperatura y el hacinamiento son factores que favorecen el contagio y el desarrollo de enfermedades básicamente infecciosas a la vez que se ven agudizadas por el frío las enfermedades respiratorias, cardíacas y osteoarticulares.
Los alimentos proporcionan calor a nuestro cuerpo, en el invierno se suele demandar una alimentación más rica en calorías. El frío hace que aumenten las necesidades calóricas y por tanto el consumo de alimentos.
Compartimos este artículo de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología donde se nos dan útiles consejos sobre la alimentación en esta época del año.