La enfermera del Hospital Universitario de Valme Blanca Sánchez Baños ha recibido el premio a la mejor comunicación enfermera en el I Congreso Internacional de Bioética en Ciencias de la Salud por una investigación basada en la humanización-deshumanización, focalizada en el Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla. Este reconocimiento valora tanto el interesante trabajo llevado a cabo sobre la detección de factores asociados a la humanización de los cuidados como el hecho de constituir el primer estudio nacional en este ámbito de conocimiento centrado en un estamento sanitario.
Sánchez Baños, que ejerce su trabajo de enfermera en la Unidad de Hemodinámica del Hospital Universitario y como docente en la Universidad de Sevilla, está muy implicada en los aspectos éticos de los cuidados sanitarios. En su investigación aboga por el cuidado profesional como sinónimo de cuidado humanizado, rechazando la capacitación técnico-científica como única cualidad de la calidad profesional. Al respecto destaca que la dignidad y la vulnerabilidad son dos cualidades a tener muy presentes en el ser humano enfermo.
El estudio explora las opiniones y creencias de los profesionales enfermeros sobre el fenómeno de la humanización-deshumanización de la asistencia sanitaria. Parte de la constatación sobre la diferencia del entorno sanitario actual con respecto al de hace unos años, donde se han superado desafíos importantes como el de las enfermedades infecciosas y avanzado de forma notable en la lucha frente a otras como las oncológicas; pero, sin embargo, Sánchez Baños subraya que “en la actualidad nos vemos inmersos en una asistencia que profesionales, pacientes y la sociedad en general califican con frecuencia como de asistencia deshumanizada”.
Para ello, ha estudiado la visión de un total de 294 enfermeros, incluida la perspectiva comparativa de la atención primaria y la hospitalaria: Hospital Universitario de Valme, Hospital El Tomillar y una treintena de centros de salud de atención primaria del área sur de Sevilla.
Por su parte, la metodología se basa en un estudio descriptivo observacional transversal. Se centra en una encuesta diseñada para recoger la opinión de los profesionales sobre la existencia o no de una asistencia sanitaria deshumanizada junto a la valoración de factores ligados al cuidado en cuanto a su perspectiva humanizadora. En la misma se incluye la valoración por parte del profesional en cuanto a la visión holística del cuidado, la existencia de su fragmentación, la influencia de la burocracia y la técnica, la contemplación de una atención sanitaria humanizada en los objetivos sanitarios, la influencia de los conflictos interprofesionales y la visión del paciente como un problema, entre otras.
Las conclusiones reflejan que los profesionales enfermeros encuestados perciben la existencia de deshumanización sanitaria junto a factores favorecederos de la misma, recogiendo el área de la atención hospitalaria el mayor porcentanje de esta visión.
En relación a las factores ligados al paciente, consideran mayoritariamente que se presta un cuidado integral y no fragmentado. Por su parte, dentro de los factores vinculados a la Institución, los enfermeros encuestados postulan varios factores asociados a un trato no humanizado, tales como su no inclusión como objetivo específico o la burocracia más acentuada en los centros hospitalarios.
Finamente, la investigadora añade que existe asociación de algunas variables cualitativas con las variables demográficas incluidas en el estudio: la variable sexo se asocia con la influencia de padecer Burnout y trato humanizado; mientras que la edad y el tiempo de servicio en el trabajo lo hace con la percepción de que se presta un cuidado integral, no fragmentado y de la influencia de los problemas entre profesionales en el trato humano.