Más de medio millar de pacientes se han beneficiado ya de la atención especializada y personalizada de la nueva Unidad de Terapia Intravenosa (UTI) puesta en marcha a finales del año pasado en el Hospital Virgen de la Victoria para la canalización de vías venosas orientadas a tratamientos de larga duración y otros específicos, lo que está contribuyendo a aumentar considerablemente los niveles de calidad, comodidad y seguridad que requieren este tipo de procedimientos.
Por otro lado, la optimización, el control y el seguimiento de las personas que portan estos dispositivos, tanto dentro como fuera del hospital, completan los objetivos planteados con la puesta en marcha de esta unidad, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Asimismo, el rendimiento de la Unidad de Terapia Intravenosa (UTI) está repercutiendo en mejorar los cuidados que precisa el capital venoso de los pacientes, evitando así el agotamiento vascular de enfermos que necesitan tratamientos especiales o de larga duración para catéteres que pueden funcionar entre 4-6 semanas, además de otros más específicos que pueden utilizarse hasta durante un año.
En este sentido, la unidad -que inició su andadura el pasado mes de octubre, se encuentra orientada a beneficiar a pacientes procedentes de todas las unidades de hospitalización, hospitales de día y también a aquellos que reciben el tratamiento de forma ambulatoria.
Además, y desde hace unos meses, se ha protocolizado la canalización de este tipo de vías para todos los pacientes que ingresan de forma programada para cirugía de colon. De este modo, los pacientes son citados para canalizarles la vía venosa de larga duración en la unidad, y en el mismo acto se les lleva a cabo la extracción de sangre para las analíticas de control preoperatorio, minimizando así las molestias para el paciente.
La puesta en funcionamiento de la Unidad de Terapia Intravenosa forma parte de una estrategia fomentada por la dirección de Enfermería de los hospitales públicos de Málaga, que nace por la necesidad de aumentar los niveles de seguridad en los pacientes con tratamientos antibióticos de larga duración, alimentaciones parenterales y diversos tratamientos específicos que requieren para su administración la canalización de vías denominadas de línea media (de acceso subclavicular), y también de las llamadas PICC (vías centrales de acceso periférico).
De este modo, la unidad se encuentra dotada para ello con profesionales de enfermería con una alta cualificación y formación específica para realizar este tipo de procedimientos que se llevan a cabo mediante técnicas ecoguiadas, para garantizar la colocación correcta de estas vías, que permiten además llevar a cabo los numerosos controles analíticos que precisan habitualmente estos pacientes.
Asimismo, los pacientes siempre de forma programada son atendidos en esta unidad procedente de cada una de las unidades de hospitalización o desplazados desde las distintas unidades de día. Además, las enfermeras responsables de la UTI también realizan el seguimiento de los pacientes con este tipo de vías canalizadas al día siguiente de su colocación, incluso se desplazan- previa petición de interconsulta por vía telefónica- hasta las áreas de hospitalización de referencia en planta para atender cualquier eventualidad que pueda producirse en este tipo de dispositivos en enfermos ingresados.
La puesta en funcionamiento de este tipo de unidades supone una apuesta por conseguir la disminución de las complicaciones, contribuyendo por tanto a conservar el patrimonio venoso del paciente, al mismo tiempo que evitar los posibles casos de flebitis, tan frecuentes en los tratamientos prolongados, además de aumentar en todo lo posible la calidad de vida en estos pacientes.
En opinión del director de Enfermería de los hospitales públicos de Málaga, Cipriano Viñas, ha manifestado que «el rendimiento de esta actividad supone una fuerte apuesta por aumentar la calidad en este tipo de procedimientos tan usuales, dando respuesta así a una necesidad de mejora detectada para este tipo de cuidados, que además fomenta la práctica avanzada de los profesionales de enfermería que desarrollan sus competencias en estas unidades».
Por su parte, la coordinadora de cuidados del área de Medicina Interna de este centro sanitario, Susana García Matez, opina que «otro gran beneficio de este tipo de vías es que a los pacientes se les ahorra venopunciones repetidas para la extracción de numerosas analíticas a las que son sometidos durante su ingreso, con la comodidad y la seguridad que ello supone, evitando así tenerles que canalizar otro tipo de vías de administración para antibióticos u otro tipo de tratamientos que deben recibir algunos enfermos cada, en muchos casos, cada 48 horas.»
Fuente: SAS