Antecedentes
La demanda de centros de atención residencial para personas mayores está en aumento debido al envejecimiento poblacional. La mejora del diseño o la adaptación del entorno físico de las instalaciones de las residencias de atención geriátrica puede influir en la calidad de vida, el estado de ánimo y la funcionalidad.
Objetivos
Evaluar los efectos de los cambios en el entorno físico, que incluyen modelos alternativos de residencias geriátricas, como un modelo de atención de tipo doméstico (en el que los residentes viven en pequeñas unidades de convivencia), sobre la calidad de vida, la conducta, el estado de ánimo y la depresión, así como la funcionalidad en personas mayores que viven en residencias.
Métodos de búsqueda
El 11 de febrero de 2021 se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, otras seis bases de datos y dos registros de ensayos. También se buscó en listas de referencias y fuentes de literatura gris.
Criterios de selección
Se incluyeron ensayos no aleatorizados, estudios de medidas repetidas o de series de tiempo interrumpido y estudios controlados tipo antes y después con un grupo de comparación. Se incluyeron las intervenciones que habían modificado el diseño físico de un centro residencial o habían construido un centro residencial con un modelo alternativo de atención residencial geriátrica (incluyendo alteraciones en el diseño) con el objetivo de mejorar el entorno para promover la independencia y el bienestar. Se incluyeron los estudios que examinaron la calidad de vida o los desenlaces relacionados con la calidad de vida. Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente los resúmenes identificados en la búsqueda y los textos completos de todos los estudios obtenidos.
Obtención y análisis de los datos
Dos autores de la revisión extrajeron los datos de forma independiente, evaluaron el riesgo de sesgo en cada estudio incluido y evaluaron la certeza de la evidencia según el método GRADE. Cuando fue posible, los datos se representaron en diagramas de bosque (forest plots) y se agruparon.
Resultados principales
Se incluyeron 20 estudios con 77 265 participantes, aunque un gran estudio incluyó a la mayoría de los participantes (n = 74 449). La comparación principal fue la de los modelos de atención de tipo doméstico que incorporaron cambios en la escala de los edificios que limitan la capacidad de las unidades de convivencia a un menor número de residentes y fomentan la participación de los residentes en las actividades domésticas y un enfoque de atención centrado en la persona, en comparación con los diseños tradicionales que podrían incluir edificios de mayor escala con un mayor número de residentes, características similares a las de un hospital, como puestos de enfermería, estructuras organizativas jerárquicas tradicionales y un diseño que da prioridad a la seguridad.
Seis estudios controlados tipo antes y después (before and after study) compararon el modelo de tipo doméstico y el entorno tradicional (75 074 participantes), pero un estudio controlado tipo antes y después incluyó a 74 449 de los participantes (estimados en la ponderación). No se sabe con certeza si los modelos de tipo doméstico mejoran la calidad de vida relacionada con la salud, la conducta, el estado de ánimo y la depresión, la funcionalidad o los efectos adversos graves en comparación con los diseños tradicionales, ya que la certeza de la evidencia es muy baja. La certeza de la evidencia se redujo de certeza baja a muy baja en todos los desenlaces debido a preocupaciones muy serias debido al riesgo de sesgo, y también preocupaciones serias debido a la imprecisión en los desenlaces con más de 400 participantes. Un estudio controlado tipo antes y después examinó el efecto de los modelos de tipo doméstico sobre la calidad de vida. El autor afirmó que «no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de intervención y control». Tres estudios informaron sobre la conducta general (n= 257). Un estudio encontró poca o ninguna diferencia en el cambio conductual general a los seis meses con el uso del Neuropsychiatric Inventory, en el que las puntuaciones más bajas indican menos síntomas conductuales (diferencia de medias [DM] ‐0,04 [intervalo de confianza (IC) del 95%: ‐0,13 a 0,04, n = 164]), y dos estudios adicionales (n = 93) examinaron la conducta general, pero no fueron adecuados para determinar una estimación del efecto global. Dos estudios controlados tipo antes y después examinaron el efecto de los modelos atención de tipo doméstico en comparación con el diseño tradicional sobre la depresión. Después de 18 meses un estudio (n = 242) informó un aumento de la tasa de síntomas depresivos (cociente de tasas 1,15 [IC del 95%: 1,02 a 1,29]), pero el efecto de los modelos de atención de tipo doméstico sobre la probabilidad de no presentar síntomas depresivos no estuvo claro (odds ratio 0,36 [IC del 95%: 0,12 a 1,07]). Un estudio (n = 164) informó poca o ninguna diferencia en los síntomas depresivos a los seis meses con el uso de la Revised Memory and Behaviour Problems Checklist, donde las puntuaciones más bajas indican menos síntomas depresivos (DM 0,01 [IC del 95%: ‐0,12 a 0,14]). Cuatro estudios controlados tipo antes y después examinaron la funcionalidad. Un estudio (n = 242) informó poca o ninguna diferencia en la funcionalidad en el transcurso de 18 meses con el uso de la escala detallada Activities of Daily Living, donde las puntuaciones más bajas indican una mejor funcionalidad (DM ‐0,09 [IC del 95%: ‐0,46 a 0,28]), y un estudio (n = 164) informó mejores puntuaciones de funcionalidad a los seis meses con el uso de la Interview for the Deterioration of Daily Living activities in Dementia, donde las puntuaciones más bajas indican una mejor funcionalidad (DM ‐4,37 [IC del 95%: ‐7,06 a ‐1,69]). Otros dos estudios midieron la funcionalidad, pero no se pudieron incluir en el análisis cuantitativo. Un estudio examinó los efectos adversos graves (restricciones físicas) e informó una ligera reducción en el desenlace importante del uso de restricciones físicas en un modelo de atención de tipo doméstico en comparación con un diseño tradicional (DM entre el modelo de atención de tipo domiciliario y el diseño tradicional ‐0,3% [IC del 95%: ‐0,5% a ‐0,1%], estimación ponderada n = 74 449 participantes en el momento del reclutamiento).
El resto de los estudios examinaron intervenciones de diseño más pequeñas, como la renovación sin cambios en la escala de los edificios, las unidades de cuidados especiales para personas con demencia, un grupo con pasillos en comparación con un diseño sin pasillos, las intervenciones de iluminación, el rediseño de la zona de comedor y un jardín pequeño.
Conclusiones de los autores
En la actualidad no existe evidencia suficiente para establecer conclusiones sobre el impacto de los cambios en el diseño del entorno físico de los centros de atención residencial para personas mayores. Los desenlaces que se asocian directamente con el diseño del entorno construido en un ámbito asistencial son difíciles de aislar de otras influencias, como los cambios en la salud de los residentes, los cambios en las prácticas asistenciales a lo largo del tiempo o en los diferentes equipos que prestan atención en los distintos turnos. Los ensayos aleatorizados por conglomerados pueden ser factibles para los estudios de remodelación o de componentes de diseño específicos dentro de las residencias geriátricas. Los estudios que utilizan un diseño no aleatorizado o los ensayos aleatorizados por conglomerados deben considerar métodos para reducir el riesgo de sesgo para mejorar la certeza de la evidencia.
(Artículo completo en inglés)
Autoría: Stephanie L Harrison, Suzanne M Dyer, Kate E Laver, Rachel K Milte, Richard Fleming, Maria Crotty
Publicada en Cochrane Database of Systematic Reviews 2022, Issue 3. Art. No.: CD012892.
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