El Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, a través de la Unidad de Terapia Intravenosa (UTI)- con la que cuenta este centro desde hace dos años- ha puesto en marcha un nuevo protocolo específico para la canalización de vías venosas de larga duración para todos los pacientes que ingresan de forma programada para la cirugía de colon. De este modo, ya se han beneficiado de esta nueva actividad- que comenzó a realizarse desde hace aproximadamente año y medio- más de 200 pacientes, la mayoría de los cuales ingresan en el área de hospitalización para ser intervenidos, en concreto, de cáncer de colon.
-piAsimismo, los pacientes son citados un día antes de la intervención para colocarles los dispositivos en la unidad, y en el mismo acto se les lleva a cabo la extracción de sangre para las analíticas de control preoperatorio, minimizando así las molestias para el paciente, y asegurando que el acceso venoso para los tratamientos a través de este material permanezca hasta el alta del enfermo, lo que repercute en la seguridad y en el bienestar del paciente.
Personalización y optimización de la calidad asistencial
Por otro lado, desde que ela UTI se pusiera en marcha, un total de 1.500 pacientes han sido atendidos en esta área del centro, con el objetivo de personalizar y optimizar la calidad asistencial de pacientes que precisan de una canalización de vías venosas orientadas a tratamientos de larga duración y otros específicos, lo que está contribuyendo a aumentar considerablemente los niveles de calidad, comodidad y seguridad que requieren este tipo de procedimientos. Asimismo, el rendimiento de la Unidad está repercutiendo en mejorar los cuidados que precisa el capital venoso de los pacientes, evitando así el agotamiento vascular de enfermos que necesitan tratamientos especiales o de larga duración para catéteres que pueden funcionar entre 4-6 semanas, además de otros más específicos que pueden utilizarse hasta durante un año.
En este sentido, la unidad, además de atender a los pacientes del área de cirugía digestiva, se encuentra orientada a beneficiar a pacientes procedentes de todas las unidades de hospitalización, hospitales de día y también a aquellos que reciben el tratamiento de forma ambulatoria. De este modo, la unidad se encuentra dotada para ello con personal de enfermería altamente cualificado y formado específicamente para realizar este tipo de procedimientos que se llevan a cabo mediante técnicas ecoguiadas, para garantizar la colocación correcta de estas vías, que permiten además llevar a cabo los numerosos controles analíticos que precisan habitualmente estos pacientes.
Asimismo, los pacientes siempre de forma programada son atendidos en esta unidad procedente de cada una de las unidades de hospitalización o desplazados desde las distintas unidades de día. Además, las enfermeras responsables de la UTI también realizan el seguimiento de los pacientes con este tipo de vías canalizadas al día siguiente de su colocación, incluso se desplazan- previa petición de interconsulta por vía telefónica- hasta las áreas de hospitalización de referencia en planta para atender cualquier eventualidad que pueda producirse en este tipo de dispositivos en enfermos ingresados.
Disminución de complicaciones en tratamientos prolongados
En opinión de la directora de enfermería del Hospital Virgen de la Victoria, Erika Montoro, «la puesta en funcionamiento de este tipo de unidades supone una apuesta por conseguir la disminución de las complicaciones, contribuyendo por tanto a conservar el patrimonio venoso del paciente, al mismo tiempo que evita los posibles casos de flebitis, tan frecuentes en los tratamientos prolongados, además de aumentar en todo lo posible la calidad de vida en estos pacientes, ya se trate de pacientes que van a ser intervenidos- como es el caso de la cirugía de colon-, así como de otros procesos».
Por su parte, la coordinadora de cuidados del área de Medicina Interna de este centro sanitario, Susana García Matez, opina que «otro gran beneficio de este tipo de vías es que a los pacientes se les ahorra venopunciones repetidas para la extracción de numerosas analíticas a las que son sometidos durante su ingreso, con la comodidad y la seguridad que ello supone, evitando así tenerles que canalizar otro tipo de vías de administración para antibióticos u otro tipo de tratamientos, como es el caso de los enfermos que ingresan para operarse de colon».